Solitario.Final.

El hecho de que vaya a morirse

no tiene nada de raro:

...Sale a caminar de madrugada 

en pleno invierno,

cuando el aire duele

y el pasto empieza 

a teñirse de blanco,

se apoya en el bastón

que lo sostuvo en los últimos años,

sus extremidades solo sirven 

de testimonio de tiempos mejores

cuando las utilizaba

para preparar la tierra

y sembrar las flores;

el frío le sacaba lágrimas,

las últimas lágrimas 

de sus grises ojos,

que habían contemplado 

el mejor de los horizontes

en un pasado con sabor

a otra vida;

vida

que se estaba separando 

de ese pecho escuálido,

que en otros tiempos

fuera guarida de amantes

y que tanta seguridad brindaba;

pero ese día no tuvo más continuará,

no sentía los gustos,

no entendía la música,

había perdido la capacidad

para interpretar esos signos

impresos en hojas

que le contaban las historias

que eran su mejor excusa;

se tomó todas las pastillas

que encontró en el escritorio,

no pudo escribir a su querida vecina

porque tampoco se acordaba de cómo hacerlo,

y se perdió con las últimas estrellas

camino al Parque Camet;

alguien lo encontró y dio aviso

a la policía,

su cuerpo disminuido y sin signos vitales

fue directo a la morgue del Regional,

llamaron a su departamento

pero nadie contestó,

lo cremaron porque no había ataúdes

a disposición o eran muy caros y nadie pagó,

estaba tan contraído 

que apenas ocupó

los recuerdos de dos domingos 

de ese alguien que lo había abandonado.


...Desde el otro lado, es uno de esos domingos,

tampoco es que hace tanto frío;

alguien fuma de noche en la escollera sur,

el humo del cigarrillo viaja en dirección norte,

el leve viento lo lleva junto a un recuerdo,

pero no sabemos a qué o a quién refiere,

aunque, a decir verdad, para cerrar esta historia

debería ser un episodio nostálgico muy obvio,

con escenas de vida pasada,

con horizontes y pechos compartidos

y flores hermosas recortadas en el horizonte

de un patio común;

pero no,

los recuerdos no se pueden forzar,

la verdad es que ese alguien

solo fuma y recuerda cualquier cosa

en la escollera sur,

es domingo y es de noche,

el humo del cigarrillo viaja en dirección norte,

el leve viento lo lleva junto a un recuerdo,

no tiene nada de raro


-imposible saber a dónde va 

todo eso que pensaban 

los que ya no son-

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