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Mostrando las entradas de mayo, 2024

Sueños

“Sueños de ríos, como escenas de una película olvidada, derivan a través de la noche, en tránsito entre la memoria y el deseo” (J. G. Ballard,  El día de la creación )   Hace meses que no puedo dejar de soñar cada vez que me duermo. Y no es que los sueños sean muy vívidos o de corte realista o basados en hechos reales. Para nada. Su característica principal es que son constantes y recordables, lo que me está generando un trastorno en el descanso que no es muy agradable. Una mezcla rara, porque ver una película todas las noches no está nada mal. Además, se supone que yo soy su director y protagonista, más o menos consciente. Pero en verdad, a la hora de despertar, se siente como si no hubiese dormido del todo bien. Además, dependiendo de la escena, puede ser que me despierte en medio de la madrugada, lo que genera una pérdida de tiempo y un corte de fluidez en el descanso, que sería mejor no sufrir para tener una vitalizada vida diurna…Vida de los despiertos cada vez más dormidos, c

Tres poemas desérticos + música de fondo

UN FIN  (poema inspirado en la película París Texas )   Un camino de sal, la boca llagada y la sed insoportable, el destino inventado desde el big bang, todos esos nombres en inglés que no dicen nada, y seguir a la caza de cualquier animal gigante y blanco a pesar de que la vida se vaya consumiendo -           o para que la vida se vaya consumando –, esperar al final de ese camino con la boca destrozada y con el último suspiro desértico, mirar hacia atrás para descubrir cómo debieron ser las cosas, pero no poder cambiar nada, como leyendo una novela, sentarse a fumar el cigarrillo que se va junto al humo   de los primeros acordes de la desangelada y cruda guitarra de Ry Cooder, fundido a negro y The end… …otro cosa en inglés que no dice nada.     NOTAS   Nota 1: hace un poco de frío en los pies y más tarde todo va a ser peor. Nota 2: Ojalá alguien me hubiera dejado una hoja con el reglamento para sobrevivir

Hombre caminando

Otra de esas noches raras, en las que parece que el cielo se va a venir abajo pero apenas si cae una especie de rocío, que sería una hermosura si estuviera sucediendo en un amanecer en el campo, tipo mañanas campestres con guitarra criolla y flower power. Pero no, el tiempo pasa y nos vamos poniendo…indie pop, porque vuelvo de un recital de esos que te levantan el ánimo, al ritmo de les mendocines Mi amigo invencible , cuyo príncipe idiota agradece hacia todo el público porque entiende que la situación económica en la ciudad está más que complicada, y que poder pagar un recital hoy es toda una hazaña. Y el regreso, siempre caminando, es al barrio Rivadavia, que continúa con su tensa calma, viendo cómo se enfría su economía, cómo se vende cada vez menos, cómo aumentan cada vez más los servicios básicos, cómo se va gestando la proeza clásica del conservadurismo liberal: pegarle un tiro en la cabeza a la actividad económica para que la inflación se planche, hacer caro al país para matar

Solitario.Final.

El hecho de que vaya a morirse no tiene nada de raro: ...Sale a caminar de madrugada  en pleno invierno, cuando el aire duele y el pasto empieza  a teñirse de blanco, se apoya en el bastón que lo sostuvo en los últimos años, sus extremidades solo sirven  de testimonio de tiempos mejores cuando las utilizaba para preparar la tierra y sembrar las flores; el frío le sacaba lágrimas, las últimas lágrimas  de sus grises ojos, que habían contemplado  el mejor de los horizontes en un pasado con sabor a otra vida; vida que se estaba separando  de ese pecho escuálido, que en otros tiempos fuera guarida de amantes y que tanta seguridad brindaba; pero ese día no tuvo más continuará, no sentía los gustos, no entendía la música, había perdido la capacidad para interpretar esos signos impresos en hojas que le contaban las historias que eran su mejor excusa; se tomó todas las pastillas que encontró en el escritorio, no pudo escribir a su querida vecina porque tampoco se acordaba de cómo hacerlo, y se