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Mostrando las entradas de diciembre, 2023

Lunática anomalía magnética

Uno de mis cuñados me explicó su rutina de ejercicios para poder combatir con eso que tanto nos pesa, la culpa por disfrutar tanto del fernet. Bueno, resulta que él le encontró la vuelta con un entrenamiento que me detalló, pero que lamentablemente no pude retener. Aunque sí me acuerdo de uno de los ejercicios que resulta bastante simple pero agotador, como la mayoría de las cosas de la vida. Se trata de hacer movimientos de traslación, de un lado hacia el otro, manteniendo una postura determinada. Primero se empieza bien despacio, y luego se aumenta la velocidad. El nivel final se alcanza entrelazando las piernas con una suerte de elástico que comprime la postura, hace que las extremidades -que luchan por alejarse- se acerquen más. Uno se esfuerza por separar lo que la soga elástica quiere unir. Se me ocurrieron varias comparaciones o medio metáforas que vienen a cuento de este ejercicio. Y la verdad es que un poco suele suceder eso con la gente que uno más quiere, y que a lo mejor se

Ideas para una historia de fin de año

“Las palabras son testigos que a menudo hablan más alto que los documentos” (Eric Hobsbawn, La era de la Revolución )   Estoy escribiendo una historia que tiene su punto de partida en un fin de año cualquiera. En realidad, no tan cualquiera, porque la intención es que sea un relato de (otra) época – acá hago la aclaración porque para mí nunca bastó con decir que una historia es de “época” para referir a un pasado determinado, faltaría aclarar que es una historia de una época que no es esta de hoy, sino que viene del ayer, de un ayer arquetípico, que va a venir acompañado de modismos y vestimentas y carruajes fáciles de imaginar a la hora de pensar en un pasado, que puede o no ser mejor para hacer funcionar una historia -. Más precisamente, ese instante en la Historia en la que se chocan los dos cráteres a los que refiere el historiador Eric Hobsbawm cuando habla de la era de la revolución: 1) La revolución francesa 2) La revolución industrial. El personaje principal sería un habi

FALTÓ ALGUIEN QUE EMPUJE (la única vez que vi a mi tío jugar)

  En esta historia, que no me pertenece, hay un comienzo que podría considerarse la verdadera historia. Porque el grado cero es el siguiente: una mañana corriente como cualquiera de las que gastamos sin recordar, recibí una carta. En otros tiempos pasados, esto sería un detalle. Pero hace tantos años que no recibo cartas, que la sociedad no escribe cartas de puño y letra, que el hecho resulta casi fantástico. Hay (des)honrosas   excepciones, como las cartas documento que traen pésimas noticias, y los resúmenes de tarjetas que van por ese mismo lado indeseable de la escritura. Por lo general, tienden al abuso de un registro formal que ya no existe, y ese es quizás su único atributo, ser las depositarias de un registro en extinción, como una suerte de resto de animal prehistórico preservado para las siguientes generaciones. Entonces me tomé el tiempo, el lugar y el contexto necesarios para la lectura de esa pieza única. Como arqueólogo de historias, la lectura es más bien un degustar cad

Sabor a fin de año

“Ciertas cosas tienen sabor, aunque no hayan pasado por nuestra boca: el ruido cuando nos sacan una radiografía, la luz de la linterna contra nuestra pupila, el golpe seco de los dedos del médico contra nuestra espalda, el orden impecable de esos armarios de vidrio de enfermería” ( Puras mentiras , Juan Forn) Para restaurar correctamente, reinicie el sistema. Qué fácil que resulta hacerle eso a una computadora, ¿verdad? Pero cuando se lo lleva a la vida práctica de cada uno de quienes todavía respiramos este mal aire, la cosa se complica. Digo, la decisión no resulta nada fácil de tomar, porque lo que genera la rutina/sistema es un acostumbramiento que es un narcótico muy potente. Nadie quiere deshacerse de ese efecto, para nada. Todo lo contrario, es la droga perfecta para hacer de la vida algo digno de saborear. Y no es que hable desde la punta del Everest, para nada. Me encuentro tan narcotizado y adicto como el que más, enganchado a este fentanilo que es el día a día. Con esas pe