Estaba seguro, ahí debía terminar su historia. Un punto final que no promete secuelas con agregados innecesarios, y mucho menos precuelas que contasen pasados que mejor ni haber transitado. Era uno de esos finales de verdad, de los que no dejan más hojas del otro lado. Y no era cualquier final, era el suyo y el de nadie más. Protagonista absoluto de su última hora y minuto y segundo y final. Ese personaje que tanto le había costado desarrollar, uno del que se había enamorado a destiempo. Sí claro, era tarde para volver el segundero atrás, porque lejos era demasiado tiempo. Se amaba ahora, cuando no quedaba casi nada de presente, cuando el agua nieve le penetraba la última capa resistente del cuerpo. El fin se avecinaba una noche, daba igual que fuese de frío polar, de calor sofocante o de primavera a medio camino. Esa era su noche final, y era el momento en el que se entendía por primera y última vez. Lástima, se hubiese ahorrado miles de pesos en analistas, pastillas y entrenadores e
Este es un espacio de micro escritura. No hay mucho más que símbolos a los que se les puede dar varios sentidos, lo que genera una experiencia fuera del Tiempo: La lectura. Reflexiones berretas, trozos de ficción, ensayos bonsai , trampas de lectura y escenas robadas, realizados por quien dice yo / él / ella: Juan Mnp ¿? escribiente nacido en los ochenta. Tomate unos minutos y sumergite en alguno de estos textos. Contacto juanmamnuelpenino@yahoo.com.ar