La vida cotidiana y todos sus puertos, donde parar para ir por algo fuerte para tomar, como cuando una tarde decido quedarme sentado mirando el techo o leyendo o matándome a pajas. Todo eso envuelto en un lenguaje brumoso, casi violento, porque la vida también es ese tipo de accidente brutal. Ir caminando hacia la punta de un precipicio, que después es una suerte de remanso, y que después se transforma en la peor de las pesadillas: ese estado de incomodidad cuando se queda, la pesadilla de la que nadie puede despertar. Lo más doloroso acontece cuando uno empieza a ver a los demás penantes, sufrientes, sin poder hacer nada por advertirlos. Pero de eso se trata una visión poco menos que negativa, fatalista, brutalista. Y no es todo el tiempo eso, digo, la vida cotidiana. En el barrio Rivadavia hay un exceso de confianza en el tiempo, porque da la sensación de que si el domingo ganó Alvarado, todo lo demás puede ir acamodándose. Una cosa funciona más o menos bien, una fiesta salió diverti
Este es un espacio de micro escritura. No hay mucho más que símbolos a los que se les puede dar varios sentidos, lo que genera una experiencia fuera del Tiempo: La lectura. Reflexiones berretas, trozos de ficción, ensayos bonsai , trampas de lectura y escenas robadas, realizados por quien dice yo / él / ella: Juan Mnp ¿? escribiente nacido en los ochenta. Tomate unos minutos y sumergite en alguno de estos textos. Contacto juanmamnuelpenino@yahoo.com.ar