“Subite a pelar vos a ver qué hacés, ¡culeao!" (Fabio “la mole” Moli le habla a un plateísta que lo abuchea, luego de perder por KO a los pocos segundos de enfrentar al campeón mundial de pesos completos, Wladimir Klitschko, el 30 de agosto del 2003 en Munich)
El dólar ilegal marcando casi cuatrocientos mangos, el
estado depresivo de la Power Ranger rosa, Messi gambeteando jugadores amateurs
de una isla turística, un expresidente bajándose de una candidatura en la que
no estaba subido y sin que nadie se lo pida, Quico y su cruzada contra las vacunas del coronavirus, el presidente
cenando con banqueros yanquis mientras explica por qué deberían prestarle
atención aunque no lo vaya a votar nadie, un par de poemas que dicen cosas que
ya había escuchado ayer, otro granador de Gran Hermano que sostiene a la
televisión en épocas de crisis, la nueva película de Netflix que promete
desbancar al cine por completo, y otro tipo de paradojas que llegaron esta
semana al corazón del barrio Rivadavia. Esquina olvidable, Francia y Garay.
Lugar de encuentros fugaces y desencuentros eternos. En verdad, separarse es más
duradero que construir un vínculo, porque es una cuestión de paciencia, y la
paciencia funciona muchísimo mejor en soledad. ¿Cómo hacer para tomarse el 554
en la avenida Jara y asumir todas esas noticias que no van a bajar el precio
de la cerveza en el Chino? Preguntas retóricas, esas que en realidad no son
preguntas, sino afirmaciones que pasan por irónicas, que es una manera de
tomarse la vida como para hacerla algo más digerible. Y dicho todo esto porque
hay un poco de hambre, siempre, a fin de cualquier mes. Aunque vale la aclaración, todos los años es bueno marchar un 24 de marzo para pedir que nunca más vuelva la
dictadura sangrienta al poder. Consuelo de piso. ¿Y más allá?¿Qué hacer con
toda esa energía de una juventud que viene reclamando su lugar en el mundo? No
parece ser una respuesta adecuada: "pasen y tomen, hay tierra para todxs". Ni de
cerca, los lotes ya fueron vendidos a esos banqueros de siempre, los que
fugaron, los que mantienen el narcotráfico, los que construyen guaridas
fiscales en islas artificiales que parece que ahora tienen selecciones de
fútbol masculino, y cuyos presidentes son CEOs de empresas multinacionales, que
en breve sarán Estados-naciones con grandes cárceles para esconder la pobreza
que necesitan para imperar en cualquier establecimiento, establishment. Pero no
se preocupen, porque semanalmente habrá una serie de Netflix dispuesta a mostrar
cómo es la vida en esas cárceles, y que en verdad hay tipos muy malos que deben
estar ahí ocultos para espanto de muchos y tranquilidad de esos pocos de
siempre. Y por qué no un lugarcito para quienes quieran escribir sus quejas al
aire, al aire de las palabras, que mejor que ni sean leídas porque…¿para qué
leer a alguien que se queja de cosas que le da fiaca intentar cambiar, porque
si tuviera una casa más grande con un patio con pileta y un autito más o menos,
bien que no diría ni mierda?. La revolución ya no existe, porque el que denuncia
lo que quiere es el lugar de privilegio del denunciado y nada más, la igualdad
radica en consumir igual que los demás, y que al resto lo salve su chingada
madre. Y vuelta a Mario Santiago porque es lo único verdadero que queda en el camino,
un camino lleno de versos desesperados y muchos litros de alcohol para soportar
que esa persona no te de bola, y que esos hijos no te maten, y que al cruzar la
calle nadie mire a los lados. ¿Y ahora por qué? Porque la realidad viene mejor
en pantallas de celulares o de relojes inteligentes, porque tienen mejor color
y no hace falta oler ahí. Todo viene mejor masticado y no exige mayor
compromiso. ¡Ojo!, porque igual hay que comprometerse con alguna cosa, algo hay
que idolatrar, para tener ocupado el fin de semana, unas horitas sin consumo al
menos. Y cuidado con la melancolía, porque es la enfermedad más vieja y la más
peligrosa. Sí, acertaste, te puede llevar a escribir algo parecido a esto que
estás leyendo. ¿Estás leyendo, estás ahí? Sería un alivio si te levantás mañana
temprano y me decís algo, un insulto como mínimo, y una invitación a caminar
por los pastos que siempre nos esperan para cobijarnos en las ciclotímicas
tardes de otoño. Sabemos, sabés, que las cosas pueden estar peor siempre, y que
hay que desear lo mejor para lo que viene, y que esas noticias que no
entusiasman pueden llegar a ser otras en unos días. Van a ser otras, porque
todo se olvida rápido y se recuerda con un filtro distinto, entonces pasa como
que parece que nunca existió lo que habíamos sentido. Te digo que sí, existió,
existimos, sentimos lo que sentimos y estuvo jodidamente bueno. Lástima que
después…. Bueno, tuvimos que subirnos al 554 y activar las palancas de una
realidad en el barrio que no es lo mejor para el amor. Cuevas, laberintos, y en
algún estadio de entre medio nos vamos a sorprender una vez más, con suerte. Esto no es
catarsis, tampoco una despedida, es una invitación a que nos subamos al ring,
una última vez, y ver qué carajos podemos hacer. Porque desde abajo es fácil
criticar al boxeador que apenas si puede hacerle frente a la realidad.
*Y este es un agregado que comparto como último momento: parece que un ex ingeniero de Google dijo que la humanidad conseguirá la inmortalidad en apenas ocho años, porque las condiciones generales ya están más que dadas. Al parecer la cuenta que hizo en su planilla Excel edición especial, arrojó el resultado irrefutable. Lo que no queda claro es si se va a tratar de una inmortalidad para todos igual, o si sólo se podrá acceder mediante la contratación de un nuevo servicio VIP, que ya empezó a cotizar en bolsa. ¡Vaya forma de terminar la pelea! **Dijo la Mole Moli, 15 años después de subirse al ring en Alemania para perder por bochorno: "Mucha gente cree que me tiré, pero para mí fue uno de los tragos más amargos". ¿Qué decir? A veces la realidad es un poquito más compleja de lo que aparenta, parece que nos va a llevar por delante y terminamos nosotros solitos tirándonos a la lona antes de tiempo. Un concejo, tomalo o dejalo: si te vas a tirar antes de tiempo, que sea porque el golpe fue demasiado fuerte.
*Música de pelea:
***********************Humildemente, el Yo que dice yo***********sobreviviendo a los golpes**********
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