Desde
adentro…dos personajes que no se conocían y que
tampoco se iban a conocer, porque cada uno estaba perdido en vaya a saber qué
abismo. Aunque podemos jugar a que se trata del mismo abismo, y podemos vencer
a la física y hacer pedazos la lógica, y ponerlos a comunicarse en ese espacio
inexistente pero que queda muy copado en las ficciones. Como dos fantasmas que
manejan el mismo GPS – iba a escribir brújula pero me tuve que actualizar -.
Porque es verdad que rara vez los fantasmas de las distintas historias se cruzan
para conformar una suerte de gremio fantasmal, y así darse una mano en eso de
estar perdidos entre los planos más allá y más acá. Entonces esta parte
fantasiosa podría jugar a que se realiza, y estos dos personajes cuyos cuerpos
yacen en sendas camas del mismo y afamado Hospital
que te tocó en desgracia – y tengo que confesar que yo también pasé una
temporada en ese bendito hospital, y que un día, tiempo después que me fui sin
visitar la morgue (quiero decir que zafé), vi en el informativo de la tele que
se había descubierto que la comida para los pacientes internados se trasladaba
en el mismo vehículo utilitario que los cadáveres que no habían conseguido zafar,
lo que me produce todavía un revuelto importante en el estómago -, pueden, de
alguna forma inmaterial y súper espirituosa, comunicarse, como a través de
señales incomprensibles para un limitado escritor del barrio….no no no, nada de
escrachar el barrio, que siga en clave incógnita hasta vaya a saber qué
capítulo. Bueno, pongamos por caso que se comunicaban porque estaban
atravesando procesos similares, y porque me conviene para la historia que estoy
tratando de desarrollar, entonces…uno de los personajes – me corrijo-…Una
representación por fuera de la realidad de la física de uno de los personajes
que estaban internados, sintió que entraba en una suerte de sueño / pesadilla
muy vívido/a, en el que no sentía el movimiento de su cuerpo, pero sí percibía
cierta fluidez liviana que lo alejaba cada vez más del plano terrenal
¿hacia?..digamos que hacia el otro personaje que nos interesa y que está
sufriendo el mismo movimiento en sentido inverso. Hasta que se chocan y las
ideas y sentimientos de cada uno de ellos se comienzan a mezclar, entonces los
dos personajes ven pasar sus vidas pero también la vida del otro, y sobre todo
ven irse las muertes de muchos y de muchas –-- porque en los hospitales las
muertes son un montón y se desarrollan de la siguiente forma / esquema: 1) se
ingresa por planta baja, luego de firma de planilla por recepción y quita de
ropa y demás objetos personales. Ahora se es un paciente / recluso. 2) Los
pisos del uno al dos tienen camas para aquellos pacientes que están un poco más
lejos de la muerte, y que hay que ver para qué lado transicionan. 3) Los pisos
superiores suelen estar ocupados por pabellones psiquiátricos o por salas de
complejidad diversa, donde los pacientes están más complicados, podría decirse
que un poco más cerca del plano celestial, y por eso la altura. 4) Finalmente
cuando el desarrollo de la estancia no es el más deseado, el paciente pasa a
ser fiambre y es debidamente cubierto y llevado hacia el sótano, donde está la
parte más fría y donde mejor se esconde lo que nadie quiere ver, pero que
resulta un estado inevitable: la muerte. 5) Toda una compleja maquinaria
institucional para tratar de ocultar la muerte por un tiempo más. Tiempo que
igual se va a ir agotando, porque no hay otro lugar más allá donde nos vayamos
a encontrar tarde o temprano: la morgue, en su sótano vedado a toda chance de
vida ---. Como si se tratara de dos
películas distintas entremezcladas en un pésimo error de montaje, una edición
totalmente equívoca. Y lo mismo pasa con los sentimientos, lo que va a traer
consecuencias desastrosas para la pareja de adolescentes que se conociera hace
meses en el asalto, y que hace semanas tomó mates en la laguna de los Mapadres,
para terminar abortando después por falta de méritos en cuidados anticonceptivos.
Este personaje adolescente enamoradizo y en coma, ahora es llevado devuelta a
su cuarto con un montón de recuerdos y sentimientos que no eran suyos. ¿Para
qué volver de esa manera? No se lo preguntó en ese momento. En todo caso,
pensó, no me arrepiento de haber venido hasta acá no no no, basta de canciones
fáciles, de verdad que me está empezando a molestar mucho esto de la lista
musical casi automática y pegajosa de tan obvia. El adolescente ya estaba
pensando, ya estaba volviendo. Su viaje hacia el abismo comenzaba a….Mejor
dicho, se transformaba en... Del abismo había sacado una confusión que todavía
le traería problemas mayores. Pero nada es tan fácil en el Hospital que te tocó en desgracia, porque cuando este personaje
adolescente en vías de recuperación volvía en sí, un virus letal comenzó a
propagarse entre los pasillos para nada higienizados, diezmando a todos los internados
en estado de fragilidad. Y ahí sí que se pusieron abismales las cosas, casi que
para siempre jamás…
*Aclaración: una
cosa es un virus más o menos normal, y otra muy distinta uno de hospital. Este
último se encuentra inmunizado casi absolutamente, porque ya tiene junadas
todas las medicinas y procedimientos de los profesionales de la salud. Además,
sabe cuál es el piso peor atendido y cuáles los profesionales de la salud que
no tendrían que estar al cuidado de ningún ser vivo más que ellos. Hay médicos
que saben alimentar debidamente a los virus, aunque en sus cabezas estén
convencidos de lo contrario. Y habría que ver hasta qué punto la medicina no es
producto, también, de un ataque viral. Pero por hoy ya estamos más que bien, a
lo mejor este fue el capítulo dedicado a todxs lxs matasanxs que alguna vez
hicieron un buen trabajo al tratarme más que correctamente, conectado las
partes de mi cuerpo que estaban descolgadas, inyectándome las drogas necesarias
para aguantar y curando mis heridas que todavía hoy destacan en mi ya vieja
piel de escritor zombie.
********¿Hoy salió solo un temita de la lista prohibida, posta? Ahí va: