Aguafuertes brasileras

 


HERÁCLITO EN CAMBORIÚ

¿Cómo era eso de que en los mismos ríos nos bañamos con el agua que cambia para otros tiempos mejores,

pero cuando volvemos ya no somos los mismos,

y lo más importante:

el agua tampoco?

Unos cientos de metros a nado

hasta sentir que ciertas cosas

quedaron atrás,

ansiedad de año nuevo,

aunque otras cosas quedaron por delante

y varias que nadan conmigo,

sobre mis hombros

sentir el peso

y que no se vaya,

pero después de ese tiempo

-siempre necesario-

el alivio de una certeza:

puedo cargar con eso,

con plantas y bichos

de un lugar

en su verdadero

lenguaje en extinción,

puedo contar con días 

de sospechosa autoayuda

en estantes de todo por 10 Reales,

al lado de una vela aromatizante

sabor maracuyá

y de un licor espeso 

que dice un gusto extraño

tipo guaiabada o guaiabeira,

y que se toma mucho acá

para aliviar las penas,

las mismas de siempre,

una noche de reveillon

antes del reviente

y los grandes proyectos,

como fuegos artificiales

del pasado mañana,

el mapping de un futuro

que devela ansiedad,

un cruel afiche

con esas cosas

escritas para enamorar

a posibles compradores

que miran el horizonte

no buscando puestas de sol,

sino vislumbrando yates

de lujo inalcanzables,

morros sin destino,

caminos espigados,

autos a sola firma,

drones de Dubai,

estafadores que se apuran

en amontonar las palabras,

cabalgatas en lomo de buey,

largas sonrisas sin alegría,

el sol del demonio de un bien pensante,

el dios y sus parientes

que dicen tener siempre la razón

a fuerza de asesinar corazones heterogéneos,

mismos ríos y diferentes,

con final feliz forzado,

a ver quién toma la copa más cara

o quién la desea más fuerte,

justicia meritocrática mediante,

brindis desigual

¡En Planalto el déficit es cero!

y hay mucha gente durmiendo

donde la policía militar la deja,

un agujero que no se ve,

el agua del río -Heráclito querido-

te puede ocasionar una diarrea

muy preocupante y expansiva,

siempre se está mejor a la sombra

aunque no seamos iguales,

por suerte no somos iguales,

¿cómo era el remate:

somos y también no somos?

ellos y yo sin luna,

desalineados

buscando olvidar el carnaval,

caretas en piso arenoso,

no somos y, de vez en cuando,

por ahí,

algo,

deseo con delineador

¡push up!


AÑO NUEVO

(Cristina Peri Rossi escribió:

La literatura me mató

pero te le parecías tanto)

Año nuevo: fiesta cero,

los cambios de humor

como de carril en carril,

ruta abarrotada,

un balneario cheto,

fuegos, juegos, vuelos,

espuma del desierto,

saltos en agua hervida de meo,

ropas blancas,

temporada de lluvia,

barro arenoso en Woodstock de Camboriú,

la soledad de las multitudes,

primer mundo

tercer mundo

autos asaltando espacios peatonales

apurados por llegar al mismo lugar

desde el cual salir al otro día

para estar ansiosos por volver,

otra vez,

pastillas mediante,

insomnio durante,

de pronto un golpe

y todo acaba

y el año que viene también.


BOSQUE DA MATA

Esos lugares,

perdón,

tachar,

no lugares

expresión de día de lluvia

y con calor,

y que mejor

pisar charcos

Verdad: hay dos formas

de pisar un charco

1) pasos de hombre

agresivos y salpicadores

2) deslice con fluidez

ideal para no romper 

ojotas y mantener 

el ritmo calmo.

El no lugar se construye

a espaldas del mercado.


La plaza del charco grande 

tiene la foto de un caimán

que claramente es mentira,

pero sirve para mantener

a lxs niñxs en la orilla,

lugar donde la intensa lluvia

envuelve los árboles

de manera que

1) se pase bien la tarde

debajo de una rama,

fumando en soledad

2) se huela algo intenso,

mezcla de hierbas 

que vaya a saber,

entonces el charco

es su ecosistema,

ayuda a seguir

un camino agradable

que no tengo idea

cómo va a terminar


(Juan Villoro escribe:

Ahí estuvimos todos. 

Todos los que después no sucedimos)

...hasta que: aparición,

el joven de sonrisa plena

y ojos claros como el mar

"Vengo de Río Grande do Sul

buscando una changa

¿tenés un cigarro?"

Y yo le sonrío

y nos reímos los dos

y se larga a llover mucho

y no tenemos el mundo

pero lo sabemos caminar

pisamos donde hay que pisar

olemos donde hay que oler

cogemos donde hay que coger


¡Ah! sí, llovió como la mierda

y me tomé ciento diez y pico de birras

porque por acá casi que ni le ponen alcohol

(ojalá hubiera sido tan así

porque la cerveza sale un huevo

y lo que más sale es mate

mientras en los extremos 

de cada calle de Tijucas

el futuro se vende 

en burbuja inmobiliaria

a futuro,

morros enteros y loteados

en pagarés

que sueñan Dubai o Miami

con la pesadilla oculta

que se paga en sangre

que baja favelera,

la foto es un piso entero

para la familia

que se levanta temprano

a esconder su psicosis

entre palmeras

y tablas de surf.



Continuará...




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