Terceravera

 


Terceravera

 

Una cuenta de primavera

dice que los espantapájaros

ya no pueden dormir,

la tierra renacida los necesita,

un ciclo más que pasa de largo

sin prestar atención ni piedad,

como los desesperados chimangos

disputando un pedazo de carne,

que ya no sirve de adorno,

nn las mesas de quienes

palpitan una noche de oportunidades

servidas de los encantos mal pagos

de la muchedumbre sobreexplotada,

incapaz de revoluciones,

porque mil disculpas Lev,

cien perdones Vladimir,

no hay tiempo,

ni plata,

ni fuerza

para revolucionar nada,

porque ni el campo primaveral ayuda,

tal vez le regale algún color

a quienes la pasan flaneureando,

¡y claro!

a un par de enamorados del aire.

Pero lo que es la muchedumbre,

bueno,

no se puede.

Perdón Scardanelli

y Bécquer

y un millón de perdones

al bueno de Keats,

pero no podemos,

imposible pararnos un instante

a ver las flores y los claros de luna,

eso es un regalo que nos pueden hacer

quienes inventan la Historia,

pero la verdad,

no necesitamos más de sus servicios,

de lo imposible para la muchedumbre.

 

Para nosotros no se hizo la primavera,

ni la segundavera,

ni la laguna limpia

y rebosante de rayos solares

que, seguro, se disparan

como fuegos artificiales,

esos que encienden

el amor demencial,

no,

para las muchedumbres

es la hierba,

sí,

Whitman,

sí,

 pero la hierba seca

donde ya no sirve de mucho sembrar,

donde yacen quemadas las ilusiones

de igualdad y fraternidad.

De la otra, mejor, ni hablar,

a veces es preferible

el silencio,

la hoja en blanco,

la incapacidad de retener los signos,

una escena borrada,

el tiempo se va

Y tal vez

Sea mejor así.

 

 

 

El aleteo mortal de un cuervo

 

Sintonizo los rechazos

en esas palabras gustosas

de entender letanías,

lejanos mares de invierno.

 

El oasis es el no lugar

del entendimiento amoroso,

un recuerdo embutido

bajo tardes necrológicas de sol.

 

Veo esos espacios vacíos,

con imágenes de sal

que aumentan la distancia,

cuevas subterráneas de los ojos.

 

Comprendo los motivos,

escapo de los rumores

que tiñen de gris la arena,

cuna de ataúdes que agonizan.

 

No hay goce en la memoria,

apenas un trabajoso esfuerzo

por pintar de otro color

el aleteo mortal de un cuervo.

 

 

 

Laberinto

 

Como meterse todos los días en un laberinto sin cielo,

agazapado en cada giro,

cada esquina con un final sin salida

- y vuelta a empezar -

Creyendo que se puede arrancar de nuevo,

pero el cielo sigue sin estar ahí,

porque en verdad nunca existió,

habrá sido un señor soñando

un pasaje de algún libro,

notando que los días sin un techo

son pálidos y se parecen demasiado,

que la lluvia cae desde abajo

y que habrá que darle algún

- otro –

sentido.

Hoy, ahora del hoy, mañana del hoy

- fin de sendero –

ayer del hoy

- es –

vuelva a empezar,

Perón, Cristo y los días vuelven,

el espacio central,

otro mismo comienzo,

un engaño de sábado a la noche

- no va más –

volver a apostar los pies,

en esos espacios descielados

que son tus recuerdos.

 

 

 

Ma! He´s making eyes at me

 

Hoy sí: no escribo nada,

nada,

ni una mosca,

nada,

esa musiquita “charmy”

que me insiste,

es molesta,

me apura,

no quiero casarte

olvidarte

cómo me apura

esa música

va más rápido

que la vida

después de los cincuenta,

no,

no quiero ser

tu orgullo

no,

no soy la alegría

de nada

de nadie,

pero qué

rápido

muy

pi

do

casi

no

puedo

parar

si el corazón

si el pulso

se ponen

a ritmo,

se confabulan

con la trompeta

creo

sin

equivocarme

me

muero

ahí.

Tócala

otra vez.



******Ese último poema, que es la despedida, viene acompañado de esta música:


**********Humildemente, Juan Scardanelli, desde la misma vereda de siempre, en la misma esquina de siempre, del barrio Rivadavia, Mdp-Batán*******************************Contacto a parte: juanmanuelpenino@yahoo.com.ar*********************

Basado en hechos irreales

 




“Es curiosa la mórbida inclinación que tenemos a obtener satisfacción del hecho –a menudo falso y siempre irrelevante- de que un trabajo artístico pueda ser relacionado con una historia real. ¿No será porque empezamos a respetarnos más a nosotros mismos cuando nos enteramos de que el escritor, como nosotros, no fue lo suficientemente brillante como para inventarse una historia por su cuenta?” – Vladimir Nabokov -

 

Nada menos real que levantarse a las seis y media de la mañana para agarrar el celular que duerme al lado tuyo, y así arrancar una de esas historias de ciencia ficción que solo se dedican a tratar de adivinar qué artefacto puede llegar a existir, en un próximo futuro - siempre – distópico. Y no te creas que estoy siendo sincero, porque por acá puede ser que me vaya, me caiga y vuelva en dos días

 

 

 

                                                  entonces, como suele suceder, ni nuestra mente, ni los formatos propuestos por páginas, blogs y redes sociales, aceptan demasiado bien largos espacios en blanco, que son necesarios para reposar. Te voy a devolver el favor en un rato, pero por ahora seguime en esta suerte de nota/experimento/ensayo bonsái. Si la cosa empieza con una escena de lo más desopilante, puede terminar peor: con ese mismo sujeto, sujetado a su cama, sujetando un control remoto para sintonizar un partido de fútbol, sujetado por el coronavirus, sin público y parece que también sin pelota, porque esa esfera puede ser causante de variados contagios, sobre todo violencia, negociados mafiosos y demás cuestiones que, en verdad, no necesitamos tanto. “Nueva normalidad”, como si hubiese que estar corriéndose un poquito para poder seguir haciendo más o menos lo mismo que se estaba haciendo en la “antigua normalidad”. Tranquiles, van a poder seguir discriminando en paz, compartiendo memes, paseando al perro y visitando a la abuela el domingo, ya sea por teleconferencia o en el cementerio, que planea mudarse al siguiente link….::::::……….#yoquieroamismuertos @colinascibernéticasdepaz…..Y haya paz, después de un mal chiste,

 

en serio, me van a hacer que me vaya

y cuando tome carrera para saltar

a ese otro lado,

como un horizonte que navega

hasta que ya no se lo puede ver

¿y, entonces, se habrá ahogado?

 

El otro lado está basado en hechos irreales, aceptémoslo. Puede que la historia haya terminado, haya llegado a un fin. Pero los personajes seguimos estando acá, y no podemos aceptar que se nos resuman los años que nos faltan en una placa con dos o tres oraciones, que dicen “Juan intentó vender un par de libros propios, pero no le fue bien. La frustración de una primavera con pocas flores, lo llevó al abuso de sustancias. Finalmente, su corazón no aguantó más, y se fue a buscar los colores que le faltaron al oxígeno de la Tierra*”

*Un asterisco para explicar la Tierra: un pedazo de sobrante del big bang, que involucionó hasta convertirse en algo que odian todas las especies que la habitan. Problema de la Tierra el de no hacerse querer. Una manera de exculparnos por todo el daño que nos hacemos. ¿Y si mejor abren el Shopping mañana? No sé, a lo mejor se me pasa este nubarrón existencial de mierda, que me hace sentir la última de las mierdas…..Hasta ahí llegamos, y te advierto: no te comas los anzuelos que te voy tirando. Seguimos en la misma, el lenguaje no es transparente…

 

Yo no soy yo,

Ni siquiera este pedazo de espacio

 

 

Entre una cosa escrita y otra

Todo el Universo

Que se derrama

En la última noche

De otoño,

Uno malísimo,

Clase B

 

No esperes que se te simplifique la vida porque te levantás temprano para ir a trabajar, porque tenés dos esposos y algunos críos, y menos porque el gato aprendió a cagar en las piedritas blancas, que ahora son gris tirando a marrón. No te sientas bien porque te tomás un café a la mañana, y ahora queda bien no compartir el mate, no hablar a la cara de nadie y no tener que besar. Un alivio, ahora se puede ser una verdadera cagada con todo el mundo, y eso está muy bien, es celebrado por la OMS y aplaudido por tus seres queridos, porque nos cuidamos así, siendo forros los unes con los otres. ¡Qué alivio! No te voy a tener que ver la cara nunca más. ¿Pero y cómo le hacés para parar de consumir?

 

Ahí, ese es un problema

De ministro de economía

Que tiene que hacer parecer

Lo irreal como real,

Se tiene que basar

En hechos irreales

Para inventarle una realidad

A todo un mundo de inexistentes

Acreedores de deuda,

Que tienen una existencia tan fuerte

Que son capaces de quebrar

Las economías más sólidas

De nuestros sagrados espíritus

 

No crean en lo que digo. Yo no creo en Dios, tampoco en dios, ni siquiera enD10s. Elijo no creer en nada que se pueda escribir con los ojos y el corazón cerrados. Más vale ir calentando los motores divinos con un poco de consideración por los demás, y dejar de buscar frases hechas. Que son eso, frases que ya quedaron cocinadas, que mejor dejarlas ahí. ¿Qué te cuesta ponerte a escribir algo sin tratar de copiar las palabras de alguien más? A mí me cuesta no tener que respirar un poco, ¿quién dijo que la escritura no respira hondo?...

 

 

 

                                                                             Otra vuelta, cantinero, por favor. Veo que no, que sos una mujer, o sos trans…,,,,yo también, soy un complejo no binario. Eso es la escritura, te lo prometo. Pero no vayas a creer en esa transparencia que no existe. ¿O pensás que alguien puede manifestar por acá algo así…

Puede ser que la noche

Hoy

Esconda las estrellas

Y puede ser que tu alma

No

Inspire más versos

Pere tené por seguro

Que

Una mirada tuya

Ni en pedo

Bastará

Para

Masturbarme

¿Perdón, querés mucho a la Virgen? Esos versos de arriba, entonces, eran para vos. Los demás no van a entender, como no entendí nunca por qué carajos uno debe arrodillarse en los lugares sagrados, como en la cámara de senadores, por ejemplo. Mejor todos de pie y orden en esta sala, que quiso demostrarte que nada de lo que se escriba está basado en hechos reales. Que si seguís arrodillada/o/e esperando por la salvación de una prosa o unos versos que reflejen la verdad, estás perdiendo tu tiempo y el de los demás.

Amén/////

 

 

********Mucho mejor girar y enfrentar lo extraño, todos esos cambios:

******************Con la humildad de quien cambia todos los días, Juan Scardanelli, curtiendo Bowie desde el corazón del barrio Rivadavia mdp-Batán****************


Los héroes del patio de fusilamiento

 


- I -

La cuestión era esa, la de morir sin el más mínimo de los sentidos.

Peor, no debiendo morir.

Un soldado del bando triunfador de alguna de tantas guerras, que es prisionero por ansioso,

y va rumbo a ser fusilado por un ejército derrotado, en fuga hacia la extinción y el silencio.

La cabeza que no para, pensar que mañana habrá una fiesta a la que no podrá asistir,

que sus amores vivirán la libertad por la que luchó,

pero él estará enterrado en una fosa común,

junto a un montón de otros cuerpos – fusilados – no vivos – sin rostro.

Que mañana será ese mundo por el que murió,

¿pero qué sentido tiene si no va a estar ahí?

¿cuál habrá sido el sentido de su vida?

No había tenido tiempo de pensar, hasta ese momento.

No era justo,

pero la vida y sus vicisitudes no entienden de justicia,

son solo una acumulación de accidentes,

cosas que se ponen en contacto,

que aparentan racionalidad,

objetividad,

 pero que en verdad son azarosas

y no tienen emoción.

Se daba cuenta en ese último instante,

camino al patio,

al paredón de fusilamiento.

Se necesitan un crepúsculo y un espacio amplio de fondo,

para dar una última mirada y descubrir,

por primera vez y para siempre,

qué se quiere de la vida.

 

- Las escopetas con su forma de guillotina, su forma de águila asesina, aves rapaces a la espera del fusilamiento -

 

- II -

Y si ese fusilamiento queda trunco,

justo en el momento en que va a suceder…

Preparen armas, pelotón, ¡firmes!, Apunten

Y el fuego es cruzado desde los flancos del patio.

Todo es humo, gritos, desesperación y lluvia de plomo,

que se cobra la vida de todo un regimiento,

de su comandante y hasta de los pobres asistentes y sus perros.

Y se salva una vida condenada a cambio de un centenar.

La Historia cobra un sentido

¿Y qué con esa vida, que estaba juzgada?

Continuará, se extenderá la condena, y será peor.

Su ciclo de sufrimiento se contagiará

sobre quienes podrían haber gozado de otro destino.

Cada huella impensada,

cada paso fusilado,

será condenado en su lugar.

Nadie frenará su accionar siempre trágico,

porque habrá perdido la contención de su salvajismo nato,

ll miedo ya no surtirá efecto en él,

y con esa confianza ciega

continuará sacrificando vidas inútilmente,

como las del patio,

en ese crepúsculo,

ese día.

La locura triunfante lo confundirá,

lo hará justificar la peor barbarie.

Pero esa es una historia que es preferible

no contar nunca más,

por respeto a la humanidad,

al oxígeno,

a esos futuros destruidos,

que hay que imaginar,

hubiesen sido mejor.

 

- Dejame pensar que otra Historia es posible, así no duele tanto -   

 

- III -

Hoy presente. El del hermoso dolor. Siempre presente.

Quedó en el centro de un pozo de plomo.

Intacto.

Se arrastró pidiendo piedad.

Lloraba con los oídos zumbando.

No se sentía vivo.

No estaba muerto.

Años más tarde, volvería sobre esa imagen,

ese recuerdo:

Él enterrado en el crepúsculo de un patio de fusilamiento.

La escena lógica, montada para su final.

El final de un tipo puesto a jugar de soldado,

un juego que no entendía,

pero que otorgaba cierta reputación,

algún poder en la realidad.

Y eso era lo único que podía apostar.

pero en esa escena se arrastraba

sobre tierra mojada por sus propias lágrimas.

Alguien le habló, otros lo levantaron,

se desmayó.

Despertó en un camión, en el acoplado.

Era uno más, un soldado herido, salvado.

Le dolía todo el cuerpo,

era presente.

El lugar apestaba a sudor y sangre y meo.

Algunos hablaban de una victoria rutilante,

él no entendía,

se recordaba ingenuo,

como la Historia hasta aquel día.

Los héroes del patio de fusilamiento,

los llamarían.

Él sería distinguido coronel.

Él sería encargado de fusilar personas,

en cualquier crepúsculo,

en un patio con olor a Historia,

a sangre y sudor y meo.

Sus lágrimas, mojando la tierra seca.

 

-Porque la Historia, muchas veces, resuelve sin razonar. Y se equivoca –

 

- IV -

Haber sobrevivido para eso, no tiene espíritu.

Morir, morir fusilado un atardecer,

y ser recordado como un futuro trunco,

lleno de los deseos más justos

¡claro!

En ese momento no, no lo pensaba, estaba atrapado

en el Cuerpo, en presente.

Se quería salvar de cualquier cosa y como sea.

Esa mierda tiene el Cuerpo, el presente.

Si lo razonaba un instante, un segundo,

levantaba la cabeza,

salía de ese agujero,

miraba al sol esconderse

tras los picos de unas montañas extranjeras,

por última vez…

No, no sabía que las cosas terminarían en un futuro tan lamentable.

Tendría que haberlo sospechado.

El Tiempo corroe todo, corrompe todo,

desfigura las sombras.

Levantaba la cabeza para el último suspiro,

profundo, al aire puro del patio oscurecido,

un olor fuerte revestido de muerte,

caer, delirar el último llanto,

pensar en todas las historias de amor

que podría haber forjado

y ya…¡Maldito Cuerpo!

¡Cagón despreciable!

“Te metiste en el pozo para salvarte de la gloria

Y dejar que el tiempo pasara,

para verme cómo destruía todos los deseos,

el amor y el mundo.

Cuánto sufrimiento habría ahorrado,

cuánto menos daño habría hecho.

La gloria es para quien la merece.

Eso sabía mi Cuerpo,

eso supiste ver en mis ojos.

Entonces lloro, lloro en la soledad

de los traidores,

condenados a vivir cientos de años,

para recordar todos los días

las cosas horribles que vivieron,

que hicieron, que hicimos,

que no vamos a poder cambiar,

que no vamos a poder borrar:

Uno piensa que la Historia habló,

en los puños y las lenguas de los cobardes”

 

- En ese patio no hay héroes, solo un rejunte de codiciosos, tratando de alargar su Tiempo de aves rapaces -



****************Humildemente, el ya tantas veces fusilado Juan Scardanelli*******************************Que escuchaba esta canción, que es la que sonaba hoy a la tarde en la vereda de Castelli y Francia, barrio Rivadavia, mientras sonaban sirenas destituyentes: 



Corazón adecuado en lugar equivocado



"Un hombre más o menos común,

independiente, sensato, pensante,

con mucho sentido del humor"

 

La mirada al frente, por disposición genética.

Un ojo que ya no lee bien,

la oreja inútil,

el pelo del color de la nieve sucia,

el ritmo acelerado de la sangre,

un laboratorio esperando exámenes

y dos o tres recuerdos fuertes,

los que se aferran al pasamanos de la vida,

algunas sonrisas y más llantos,

las doce de la noche con copas siempre,

una película que nadie vería,

todos los libros del despreciable Nabokov,

los poemas de Parra,

unas dedicatorias mentirosas,

el oficio de sobrevivir al desamor,

algunas catástrofes también,

esos versos:

"tranquilo, todo va a estar bien"

"ya nos volveremos a ver"

y las comidas del domingo al mediodía.

Después,

todos los caprichos de la baraja del tiempo,

los versos de historias que no encajan,

edición, pegar, recortar, borrar, adherir,

pensar en los días como tréboles de tres hojas,

tan corrientes como parecidos entre sí,

un par de traiciones,

los despegues hasta el sol,

tantos límites,

y el día que te das cuenta

de que los sentimientos

también pueden morirse,

evaporarse como el invierno,

quemarse como el verano,

barrerse como el otoño.

La primavera es la estación de la vida,

una triste esperanza,

volver a empezar

para volver a terminar.


***Y esa pésima sensación de que lo peor de la vida es la espera de lo inevitable, no el instante de su concreción. Y qué mejor que: 


 ***********************Con humildad y buen cariño, Juan Scardanelli****************Desde el barrio Rivadavia*************

El príncipe de Persia

Saltar, pasar en zigzag. Supongamos que un príncipe Persa cierra los ojos mientras le cae una bomba en el medio de la cabeza, y todo estalla...