"La radio es el invento más grande del siglo XX. Es la única expresión artística que le permite a la gente ser coautor de lo que escucha. En la cabeza de cada uno, en la conciencia, se va formando en imagen y en aditamentos lo que la radio sugiere en sonidos. Es muy lindo. La radio es el medio más directo, el más inmediato, el más franco, el más sincero, el más humilde. Hay una serie de cualidades que enriquecen la vida humana y que quienes la inventaron las han puesto todas en la radio. La radio es todo lo que sea comprensión humana" Héctor LarreaLa cuestión del centenario tiene un valor universal muy elevado en nuestra sociedad. Demasiado. Tanto que es sospechoso. Pero bueno, en estos tiempos tan de mierda, vamos a tomar la festividad sin preguntarnos demasiado qué sentido puede llegar a tener que algo o alguien cumpla cien años – ni siquiera es relevante que cumpla uno o treinta y seis -. Una vuelta me crucé con un tipo que me dijo, muy orgulloso, “tengo noventa pirulos recién cumplidos”. Perdón, pido mil disculpas – o mejor cien, un centenario de disculpas – pero no me emocionan los cumpleaños, ni de la gente, ni de las instituciones, ni de las cosas, ni la del resto de los seres vivos. Pero supongamos que me tocó algo el hecho del cumpleaños de la radio en nuestro país. Lo que sí me gusta es la cantidad de opiniones y de historias que surgen a raíz del día que conmemora la primera transmisión radial, desde la terraza del Teatro Coliseo. Una transmisión que, dicho sea al pasar, no le interesó a nadie, que duró más de tres horas, que fue la ópera Parsifal de Wagner, pero que marca el hito fundacional… …Y acá podemos poner todes nuestra primera experiencia con la radio, para hacer más grueso el historial y tratar de emocionarse un poco con la evocación. Cierto, para eso sirve festejar los cumpleaños, uno irremediablemente rememora, escarba en la cueva de los recuerdos y, por lo general, con los días de radio vienen los mejores, porque uno era niñe, porque experimentaba con un aparato gigante – en mi caso –, realmente un episodio de ciencia ficción. Sería el primer relato de ciencia ficción en mi vida, escuchar la transmisión que hacía la LU6 de los partidos de Básquet de Quilmes y Peñarol, los domingos a la noche, cuando yo creía que todo el universo dormía en soledad. Bueno, resulta que yo tenía un aparato que me generaba la extraña sensación de estar acompañado.Nunca me gustó mucho el básquet, pero escuchar al relator y al comentarista, tan entusiasmados, un domingo de invierno, en horario donde para mi vieja y para mí todes dormían, era sentir que el mundo no estaba acabado. A pesar de toda esa soledad, ese aparato extraño reproducía voces en vivo, de personas que estaban como en otro universo, viviendo una vida que yo imaginaba, reconstruía, y eso era la radio… Pasó el tiempo, la conciencia me fue ganando, los avances tecnológicos, el avance de la edad, etcétera. Toda esa magia se rompía y lo que era un relato de ciencia ficción, hoy es un lindo recuerdo en blanco y negro. Igual, con el tiempo, tuve la suerte de meterme de lleno en ese raro medio, pasé a formar parte de la cocina de la magia. Porque nunca se me fue la intención de conocer esa alquimia a fondo, cómo funcionaba, qué sentiría al estar del otro lado. La sorpresa, mi sorpresa, es que se siente lo mismo. Llegar a la radio, sentarme a preparar un programa, escuchar la música, hablar, comunicarse con gente que no conozco – y seguro ni conoceré – se siente como estar en ese relato de ciencia ficción, una historia sin fin que no se desea abandonar jamás, esos días de radio, los más raros y felices. Y pobre de quien quiera definir lo que ese aparato significa, lo que generan las transmisiones, ya sea que se esté de un lado o del otro. ¿Qué si la radio puede llegar a desaparecer? Claro que sí, todo es corrompible por el tiempo, todo va a desaparecer, sin duda. Cuando llegue ese momento, yo estaré recostado en el medio de la nada, un domingo invernal, con un aparato extraño en la mano, dispuesto a escuchar un sonido amigable, un calor, los colores que lleguen desde cualquier universo, a lo mejor, simplemente un “dooooooooobleeeee para Peñarol” ****Hoy todo es corto porque no tengo luz hace un par de días. Estoy produciendo como en tiempos de Cyber, con los minutos contados. La peli recomendada es Días de radio, obvio: ******************Con la humildad de la radio, Juan Scardanelli*********************
Reflexiones berretas, trozos de ficción, ensayos bonsai , trampas de lectura y escenas robadas, realizados por el Yo que dice yo: Juan Mnp, habitante del barrio Rivadavia / Don Bosco nacido en los ochenta. Tomate unos minutos y sumergite en alguno de estos textos. Contacto juanmanuelpenino@yahoo.com.ar
100 años de la radio argentina
Sopa fría
Ahora me pregunto si mirar está permitido,
son como las dos de la mañana
y mi remera huele a pollo,
no tengo intenciones de hacer caer,
como mermelada de crema,
el cielo raso de la habitación,
es invierno,
hace frío de tan obvio y realista,
tengo sueño,
pero sospecho que me voy a dormir
recién a las tres y media
y que despertar va a doler,
porque siempre cuesta abrir los ojos,
como lo inevitable
¿Lo sabré hacer?
¿Y si un sueño me encierra?
¿Y si me quedo para siempre en el insomnio?
Habrá, en el resto del día,
suicidas,
que son mis asesinos,
que van a esperar a que cruce
para levantarme en el aire
y destrozar mis pensamientos,
dormidos, también, no saben
qué cosa se les permite ver,
un viaje olvidado en la caja
del supermercado chino,
dos arandelas para la cortina del baño
y esa costilla que me duele tanto,
y ahora que lo veo
me parece que la realidad
EX CRITA
es sobrevivible,
tiene un efecto de salvación
y sé que mañana va a doler más,
que sean las siete y sienta escarcha,
que el mar parezca una isla de hielo,
que los labios no se tuerzan,
y yo mirando al techo para hacer algo,
tomando un whiskey
mientras el viejo Dylan no quiere parar
y me insiste con Coltrane,
con Whitman, I want to hold your hand
Y se es feliz sabiendo mucho más
de las tristezas de sopa fría,
de los que callaron sus caprichos
para soportar una salida más del sol,
que de tan viejo perdió fuerza
y es ahora un destello mudo,
que rebota en la desértica nuca,
donde tu recuerdo quedó colgando
de la baranda de una de esas
potencias nucleares,
guardianas del fin del mundo,
patrocinadoras de las pesadillas
que me esperan ahora,
tres y media de la madrugada,
el portal se abre,
mirar está permitido,
pero no quiero.
*******Y este poema se pega a la siguiente música, para finalizar todavía más entrada la madrugada, y que mañana las cosas vayan para donde puedan:
******************Con humildad y las ojeras por el piso, Juan Scardanelli*************************Desde el profundo invierno del barrio Rivadavia*******************
La escritura y la verdad
"A veces, todavía, algún hombre revolviendo entre las mamposterías derrumbadas y los escombros, imagina que ha encontrado una verdad. Son verdades cada día más fragmentarias, cada día más tristes" Abelardo Castillo Crónica de un iniciado
Nunca creas en las mentiras de los gerundios, palabras que
fueron condenadas desde el primer día de la escritura. Ese día en que las vacas
aprendieron a decir “mu”, y que los extraterrestres utilizaron para autoproclamarse
de esa manera: seres a los que no les interesa para nada el planeta Tierra, y
mucho menos sus tristes y desquiciados habitantes. También te dicen que es
mejor escribir sentencias de manera activa, abandonar el pasivo solo por eso,
porque yendo en pasivo seremos dominados por quienes detentan el poder de la
actividad, de la súper productividad. Se vive como se escribe. Tampoco resulta
atractivo para el lector el ser invitado a recovecos extraños, de literatura mal
revocada, donde no se note cierta finura, algo de rigor. En concreto, se debe
notar que el escritor sufrió alguna pérdida, algo tiene que haber perdido, se
le tiene que haber caído el as debajo de su manga. Caso contrario es
insostenible una lectura, que parece perezosa, una real pérdida de un tiempo
que, igual, iba a ser sorteado en la tarde de algún reality show. Y eso tampoco
es bueno, escribir sobre cosas que ya no son de esta época, y que no sirven ni
para ser evocadas, porque carecen de atractivo vintage. Y en eso estaba
pensando Él, en que a lo mejor era un adorno que ya pasó de moda y nunca le
avisaron, como los collares hechos de taspitas de latas de gaseosa. Pero ahí
estaba, amando, temiendo y partiendo, y siendo abordado por voces que no le
interesaban para nada, esas que nunca jamás le iban a interesar. Y seguía
leyendo newsletters de escritores escribiendo sobre cómo no debería ser el
oficio de escritor, y citando a Orwell, a Vonnegut, a Nabokov, a Murakami
y a cualquier ingrediente de ensalada metaliteraria que se les ocurriese. En
eso estaba cuando llegó a la gran verdad…….
….que quema, como todo lo que es demasiado pesado y frontal.
Para abrazar una gran verdad hay que estirar los brazos tanto como se
pueda, corriendo el riesgo de dejar afuera gran parte de aquello que se quiere
cubrir totalmente. De ello surge la imposibilidad, ese artefacto tan preciso e
infalible como molesto y necesario. Las grandes verdades siempre se van a
escapar, y gracias a ello, vamos a seguir siendo espectadores de las
manifestaciones más estrafalarias en cualquier tiempo del mundo, en cualquier
lugar. El ejemplo ya clásico es el de los anti cuarentena y sus extraños
aforismos, sus líquidos químicos tomados por pócimas mágicas capaces de
terminar con las pestes más invencibles, a $500 el litro. Lo que parece una fabulación propia de
la Edad Media, resulta una verdad actual de la clase media. Y allí también
nacen, crecen y se reproducen sus altos representantes, brujos oscurantistas y
mediáticos campechanos capaces de erigirse como máximas autoridades de grandes estados.
Hasta ahí seguimos cagados, en eterna cuarentena. Hilando fino, tampoco por abajo viene algo demasiado
interesante. Porque es el tiempo de las verdades lejanas, atenuadas. Este es el
tiempo de adornar la verdad con algo que le permita ser tolerable. Entonces, el
Dios del sentido creó la posverdad, la verdad a medias, la verdad mediática, la
verdad láctea, etc. Todo un rubro dedicado a la verdad, pero que no es la
verdad, sino una suerte de placebo, algo que parece lo que en verdad debería
ser…..
A Él le toca ser rastreador de la verdad. Y lo único que tiene a
mano para intentarlo es la escritura y poco más. ¿Cómo hacer para escribir
correctamente? Escribir incorrectamente, inventar un manual de estilo que diga
esto: la escritura es todo aquello que usted pueda gritar lo más rápido
posible, sin dar lugar a malos entendidos, malas interpretaciones. En fin,
escribir bien es señalar a los que no lo hacen como uno, y con eso basta y
sobra. ¿Es eso una verdad?
1) No
2) La verdad, recuerda, es la primera de las mentiras, es el
lenguaje transparente, es el grado cero de la literatura, es el grado que no es
nada, es la nada misma.
3) Eso es una verdad, si se la grita en horario central, en
algún noticiero.
4) La verdad es lo imposible para el lenguaje. Pero esa
frase la tiene que haber pronunciado algún ente ficcional, pongámosle por caso
Él, y no Amalfitano o Lacan o Abelardo Castillo. ¿Quién es real de todos esos nombres?
Él creía que ninguno podía ser la verdad, o que todos lo
eran. Entonces, ¿será que es preciso caer en la desesperación absoluta? Acá
tenía una certeza, o creía en una certeza: sí……
…….Caer en la desesperación de un sábado a la noche, parás
en una esquina con una bicicleta porque se te cayó el barbijo y no te van a
dejar entrar a tu casa, pero no te diste cuenta y alguien se te acercó a
pedirte una moneda, le decís que no tenés pero viene otro que te apunta con un
arma y te quiere golpear, pero vos estás demasiado apurado como para que te
roben y les pedís perdón, que mejor te vas y seguís pedaleando y se escuchan disparos
y chicos que lloran porque tienen hambre desde que se inventó América Latina y
vos llorás porque parece que lo único que te entra en el corazón es Pedidos Ya,
y que te dejen en paz disfrutar de cosas que hacen mierda a los demás, o no te
diste cuenta que tu vida cuesta mucho, demasiado, miles de toneladas de sangre
humana y de otros animales, y a toda la tierra le duele tu rutina, mucho,
demasiado, campos arrasados, quemados, talados, para que llegues a tu cama para
poner una película en Netflix que te diga esto mismo, que te advierta que te
estás haciendo mierda consumiendo lo que te están produciendo, y que mejor te
cambies y vayas a regalar tu lomo por dos mangos, porque alguien tiene que
pagar todos los meses esta “calidad de vida”, alguien tiene que mantener los
camiones atmosféricos llenos de mercaderías listas para regalar a la fiesta del
consumo, y esas son todas tus verdades que te entran como mensajes de Whats
app, a razón de cien por segundo y que cuando te quieras dar cuenta ya está,
vuelta a empezar, ¿y cómo carajos se hacía para encontrar la verdad verdadera,
la que no necesitamos atenuar?...
Imposible, todo esto parece una espiral hacia la nada, una
escalera al vacío. Apunten y caigan todos, la noche de Walpurgis, la noche en
que no te haga falta la Wikipedia, porque en algún instante vas a intentar,
como Él, pensar algo por tu cuenta, o descubrir una voz que sea tuya, una
idea, algo. Vas a parar y, con suerte, si el tiempo no te dejó en el camino, vas
a llegar al punto final:
5) Esto no es una nota. Esto no es una verdad.
***
"Estoy harto y cansado de escuchar cosas que
dicen hipócritas de mente estrecha, desde un lugar de mierda,
todo lo que quiero es la verdad, solo dame algo de verdad" (JL)
Reflexiones sobre cosas
*Apéndice: una amiga me cuenta que, a causa del distanciamiento social, está experimentando con las redes sociales para conocer gente. Y me dice que a quienes se ha cruzado es a una gran cantidad de "jeropas" (transcribo la palabra como la expresó), porque parece que lo único que hacen es pedirle fotos. ¿Fotos?, pregunto yo, ¿Más fotos? ¿Para qué pedir fotos en una red social que ya tiene una cantidad más que exagerada? Pero me aclara que lo que piden son fotos hot, fotos xxx, fotos sexuales, sexting. ¿Pero no es eso la definición primaria de internet, el primer -y siempre al tope- uso que se le dio a la red?. Entonces no parece que las nuevas generaciones estén tan adelantadas a las anteriores. Si es por nivel de "jeropas", creo que todas las generaciones estamos empatadas, y la evolución - al menos en ese sentido - no hizo más que la plancha. Y todas esas imágenes, todas esas tetas, esos culos, esas conchas y esos pitos, dando vuelta al mundo, saltando de servidor en servidor, ¿Para qué? Pregunta fundamental que se suele perder en el abismo de las aplicaciones y los pulgares arriba. Sin objetivo claro y estimulante las cosas no merecen ser pensadas. Sigo sentado en la misma vereda de las calles Castelli y Francia, no me siento mejor que ayer. Pero, al menos, ya no tengo esa percepción limitada del tiempo. El todo es hoyayermañana...
**Puedo insistir con algunas otras obsesiones, pero prefiero dejar la reflexión lo más corta que sea posible, y compartir un tema que a lo mejor ayude para afinar un poco el espíritu. De paso recordar a la genia de Rosario Bléfari:
Los eucaliptos de la calle principalSe agitan por lo mismo que nos asustamosEstar en serio dentro de un amanecerConstantemente de su modo asombradosA veces creo que es preciso conocerLo que se pierde en una tardeLo que se gana de una vezLo que se gana de una vez
Tengo un baile de marineros en mi cabeza
Eso sería el título o a lo mejor una cita de comienzo, o tal vez el epílogo, o un verso que me quedó haciendo ruido, desde una lectura de ha...

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Vamos a decirlo así. Perdón, mejor dicho, vamos a escribirlo así: me veo cruzando mal una calle por la mitad de cuadra, mojándome las zapati...
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El final (lado A) Y las palabras que nunca deberían ser escritas, las de un mal final. Un final que deja las cosas más o menos como al com...
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Llorar, reír, volver a dejar que de las mejillas se caigan esas gotas de agua salada, que vaya a saber por qué motivo mágico insisten en sal...