Me adelanto un cachito, para poder contar un par de cosas, porque hoy una tipa se suicidó de calor, no aguantó más la humedad y se comió el termómetro del mediodía, y yo y todos mirando por la ventana el hormigueo turístico en pleno enero. Habría que suspender la temporada ¿Pero dónde irían nuestros tiernos y muy sanos hijos del patriarcado? ¿Qué cabezas aplastarían si los dejamos con sus artefactos encerrados con la pelopincho cibernética en la pieza? Mucha, demasiada frustración y falta de amor como para aguantarla entre cuatro paredes y un techo cada vez más bajo; pero es solo hasta que les vuelvan a abrir esa cárcel con buena publicidad, que le dicen escuela. Pero ojo que sí necesitamos educación, señor Waters, solo que no tenemos idea cuál, o peor, tal vez queremos eso, que les enseñen a patear cabezas y triunfar en el Mercado. Y no jodan, por favor, la temporada. Este reducto balneario no da más de las ganas por juntar, acumular capital, NO MOLESTAR, la moral se paga en cuotas, la arena se hizo para lucrar por eso la alquilamos en dólares. Un tipo le dejó ¡mil pesos! de propina a un mozo en Playa Grande, con billetes de cinco, eso es lo que queremos solidaridad y buenas vibraciones, por eso dejen en paz al Puerto con las retenciones y los impuestos ¿No ven que gracias a esos beneméritos empresarios esta ciudad tiene el índice de desocupación más…¿?!¡/&%=??¿¡¿}]] OK, entendí, mejor sigo con otra cosa, ¿No hay fiesta de los pescadores? ¿No hay palo enjabonado? ¡Ah! no hay más pescadores... ¡Eso, claro! La feliz, la ciudad de los alfajores, los pulóveres y los lobos marinos, la pujante, la de los quiosquitos que pululan, y no porque vendan bizcochos Don Satur y te carguen la tarjeta del bondi, ¡No, qué va! con eso no vive nadie, hay que lucrar con la ansiedad y la desesperación del otro, con los hijos del otro, sus vicios. Y el arte se pega un tiro y cae al vacío ¿Y qué esperaban? Corran el cadáver y traigan más carpas, más sombrillas que todavía hay lugar, es solo una mancha. Porque una amiga me dice: Mirá, no digas mi nombre porque sé que sos bastante boludo y por ahí se te da por escribir, pero te cuento algo: que ahora cuando vuelvo al barrio – donde no llegan los superhéroes, ni la mano visible del Estado, ni la mano invisible del Mercado, ni las cámaras del COM - las pibas se meten mangueras para sacarse a los pendejos, y los pibes las dejan ahí tiradas como perros sarnosos, y ni siquiera, porque a los animales se los quiere mucho más, es más fácil ¿no? Porque un amigo me cuenta que en un barrio cheto, super cheto, un juez re groso viola a sus nietos, todos los días, antes de ir a misa y a salvar genocidas, porque acá es así, es el pluvial del mundo, Mar del Plata. Todavía hay quien se sorprende, la juega de recién venido, porque a veces es mucho. En parte lo entiendo, yo le tengo terror no a la noche, sino a las cosas que se suceden a plena luz del día. 19:44 El sol se va, ya no quiere saber más nada con nosotres. No estoy más tranquilo. (JMP)
Para aflojar tensiones que puedan haberse generado por los pasados versos, comparto la música que me alivio la semana:
*****Consultas y demás cuestiones, por favor, comunicarlas a: juanmanuelpenino@yahoo.com.ar
**(Publicado originalmente el 24/01/2020)
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